martes, 13 de marzo de 2012

Yo nunca creí en la mala suerte

...Hasta que se vino en mi contra.
El martes negro se hizo más negro cuando desperté y unas pequeñas ronchitas habían aparecido en todo mi cuerpo. Porque, ¿qué es lo primero que piensas al darte cuenta de tu condición? En verdad, lo último que se me hubiera venido a la mente era que tenía varicela, sí, señoras y señores, a mis 16 años de edad, tengo una enfermedad contagiosa que me debió haber dado hace años, cuando estaba en preescolar.

Las cosas fueron empeorando cuando tuve que ir al colegio, ¿para qué? No lo sé, desidia de mis progenitores. Empezó a caer una llovizna, justo cuando iba caminando para llegar a las instalaciones de la preparatoria (cabe recalcar el hecho de que la pequeña 'Rosarito' no llevaba suéter porque ella creía que no iba a hacer frío) de esas que si usas lentes te deja gotitas en los cristales que a su vez te imposibilitan ver.


Y al fin, cuando me dijeron que me podía ir, por tratar de irme por la acera, como una ciudadana ejemplar, pisé un charco en el que se me hundió todo el pie derecho. Lo peor fue que el agua era de un tono grisáceo y el olor era repugnante. Después de eso, tuve que ir al hospital, para que una doctora me viera el vientre y dijera repetidas veces "Sí...típico" cada vez que veía un granito diferente.


Y ni hablar de esas pastillas que me recetó, me durmieron por más de 3 horas y que me hicieron soñar cosas raras.


En fin, sólo hice esta entrada para desahogarme un poco. Y ya que lo hice, les digo adiós.




Gracias por leer




Rc




Por cierto, ¿algún consejo para no rascarme todo el tiempo?

1 comentario:

  1. CALADRIL* Creo no estoy muy segura de su nombre pero es para la picazon C;

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